Para el año 2008 según Eduardo Medinaveitia, de la empresa Zenith
Media, estima que la cifra aproximada de impactos publicitarios diarios era
3,000 tomando en cuenta a alguien que vive en una ciudad y consulta diversos medios
de comunicación. No solo se tiene que tomar en cuenta los anuncios, también se
deben incluir las marcas que nos abordan a cada paso que demos ya sea en las
tiendas, en las calles y en nuestros hogares.
La vida cotidiana de los
negocios y empresas es una continua competencia sobre quien es la marca líder,
quien tiene mejor posicionamiento, quien es el mejor postor, entre otros. Cada
vez la competencia se ha vuelto más agresiva y los empresarios se vuelven locos
por encontrar nuevos medios para llegar al consumidor de la manera adecuada en
el momento adecuado. En pocas palabras queremos hacer productos a la medida de los clientes den vez de hacer
clientes a la medida de los productos.
En un libro
escrito en 1957, The Hidden Persuaders, Vance Packard, un aclamado periodista,
indago y puso al desnudo los trucos publicitarios que en la época utilizaban las empresas y los
profesionales del marketing para manipular a los consumidores y persuadirlos a
la compra. Bienvenidos a la guerra diaria del marketing, donde los productores
quieren posicionarse dentro de las mentes de los consumidores para ser
recordadas y comprados.
Actualmente el
marketing comparado con 1957 ha avanzado considerablemente, en especial por los
avances tecnológicos y la gran divulgación de información a través de las redes
sociales. Gracias a todos los instrumentos nuevos, a la sofisticada tecnología
a la mano y las investigaciones del campo del comportamiento del consumidor, la
neurociencia y la psicología cognitiva las empresas son capaces de literalmente
escanear nuestros cerebros y conocer nuestros gustos e intereses.
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